Comenzamos
siendo penínsulas
Pedazos
de tierra
Tratando
de escapar los montes, valles y huertos
Alejándonos
con lenta premura hacia el mar
Universo
vacuo y salado
Mojando
nuestros pies, llamándonos a la soledad
Profundidades
cavernosas que tientan las heridas de nuestra vida
Pidiéndonos
que nos adentremos a esa oscuridad acuosa
Para
luego hacer nuestro hogar en una noche eterna y fría
Por
eso
Separamos
nuestros cuerpos
Nadamos
mar adentro para poder liberarnos de nuestro propio dolor
Asumimos
que nuestro infierno consiste en otras personas
Y termínanos por tanto
Siendo
solitarias islas
Universos
envueltos en nosotros mismos
Islotes
desconectados
Solos
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